El «Día Internacional del Síndrome de Asperger» se celebra cada 18 de febrero.
¿Qué es el Síndrome de Asperger?
El síndrome de Asperger, también conocido como trastorno del espectro autista de alto funcionamiento (TEA-HF), es un trastorno del espectro autista (TEA) que afecta principalmente las habilidades sociales y de comunicación de una persona. Fue descrito por primera vez por el pediatra austriaco Hans Asperger en la década de 1940.
Como decimos, forma parte del espectro autista, y cada persona afectada puede experimentar los síntomas de manera única. Aunque las personas con Asperger pueden enfrentar desafíos en la vida cotidiana, también pueden tener habilidades y talentos excepcionales en áreas específicas.
Dificultades en la interacción social
Las personas con síndrome de Asperger pueden experimentar diversas dificultades en la interacción social, que pueden afectar su capacidad para establecer y mantener relaciones satisfactorias. Algunas de las dificultades comunes en la interacción social incluyen:
- Dificultades en la interpretación de las señales sociales. Pueden tener problemas para comprender las sutilezas de la comunicación no verbal, como las expresiones faciales, el tono de voz y el lenguaje corporal. Esto puede llevar a malentendidos en las interacciones sociales.
- Falta de empatía. A menudo, las personas con Asperger pueden tener dificultades para entender y expresar empatía de la misma manera que lo hacen las personas sin el trastorno. Pueden no captar las emociones de los demás de manera intuitiva.
- Dificultades en la reciprocidad social. Pueden tener problemas para participar en conversaciones bidireccionales, ya que pueden hablar de temas específicos en exceso o pueden tener dificultades para turnarse al hablar.
- Intereses restringidos o intensos. La intensidad de los intereses específicos puede llevar a conversaciones monótonas o un enfoque excesivo en temas que no son de interés para los demás.
- Falta de comprensión de las normas sociales implícitas. Pueden no comprender las reglas sociales no explícitas y pueden violar inadvertidamente las normas sociales, lo que puede llevar a situaciones incómodas o malentendidos.
- Dificultades en la amistad y relaciones sociales. A menudo, las personas con síndrome de Asperger pueden tener dificultades para establecer y mantener amistades duraderas debido a las complejidades de las relaciones sociales.
Tratamiento e intervención
El diagnóstico y tratamiento del síndrome de Asperger suelen implicar la participación de profesionales de la salud mental, terapeutas ocupacionales y educadores. La intervención temprana y el apoyo adecuado pueden ayudar a las personas con Asperger a desarrollar habilidades sociales y a adaptarse mejor a su entorno.
Es importante una intervención cognitivo-conductual, para ayudar a la persona a desarrollar habilidades sociales, emocionales y de comunicación. Se pueden abordar áreas específicas, como mejorar la empatía, comprender las señales sociales y desarrollar habilidades para establecer y mantener relaciones. Es importante el entrenamiento en habilidades sociales, incluyendo la enseñanza de normas sociales, la práctica de roles sociales y el aprendizaje de pistas sociales.
Puede ser beneficioso proporcionar adaptaciones en el entorno educativo para satisfacer las necesidades específicas de la persona con Asperger. Esto puede incluir estrategias para manejar cambios, adaptaciones en la presentación de información y apoyo en la interacción con compañeros. Igualmente, es importante el apoyo familiar. Algunas personas con Asperger también pueden beneficiarse de la terapia ocupacional para abordar problemas de coordinación motora y otras dificultades sensoriales.